Ashwagandha, una hierba antigua también conocida como cereza de invierno o ginseng indio, está ganando popularidad por su potencial para reducir el estrés, mejorar el sueño e incluso mejorar el rendimiento deportivo. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, el suplemento no está exento de riesgos. Ciertas personas (aquellas con problemas de salud subyacentes o que toman medicamentos específicos) deben tener extrema precaución o evitarlo por completo. Este artículo proporciona una descripción clara de los posibles efectos secundarios, pautas de dosificación segura y advertencias críticas.
Efectos secundarios comunes: qué esperar
Si bien generalmente se tolera bien en el uso a corto plazo, la ashwagandha puede causar efectos secundarios leves pero notables en algunas personas. Los más comunes incluyen:
- Problemas digestivos: Las dosis altas pueden provocar malestar estomacal, náuseas y vómitos debido a la irritación del revestimiento intestinal.
- Somnolencia: Ashwagandha tiene propiedades sedantes y puede inducir somnolencia, que puede exacerbarse cuando se combina con otros sedantes (como Valium o Xanax) o medicamentos anticonvulsivos.
- Dolores de cabeza: Algunos usuarios reportan dolores de cabeza, aunque la causa exacta aún no está clara; dosis más altas o el uso simultáneo de medicamentos pueden aumentar este riesgo.
- Otros efectos menores: Los efectos secundarios menos frecuentes incluyen tos, aumento de peso, congestión nasal, calambres nocturnos y visión borrosa.
Riesgos graves: cuando la Ashwagandha puede ser dañina
Más allá de una leve molestia, la ashwagandha conlleva riesgos más graves que requieren una cuidadosa consideración:
- Daño hepático: Se han informado casos de daño hepático, que generalmente aparecen entre 2 y 12 semanas después de su uso. Si bien la mayoría de los casos se resuelven después de suspender el suplemento, es fundamental controlar la ictericia, la fatiga o el dolor de estómago.
- Disfunción tiroidea: Ashwagandha puede aumentar los niveles de hormona tiroidea, empeorando potencialmente el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva).
- Cánceres sensibles a las hormonas: La capacidad de la hierba para elevar los niveles de testosterona puede acelerar la progresión del cáncer de próstata sensible a las hormonas.
- Reacciones alérgicas: Aunque son raras, las reacciones alérgicas graves (picazón, dificultad para respirar, sarpullido, hinchazón) requieren atención médica inmediata.
Pautas de dosificación y seguridad
La dosis óptima de ashwagandha varía según el beneficio previsto. Los estudios sugieren:
- Reducción del dolor: 250–1000 mg al día
- Alivio de la ansiedad: 300–600 mg al día
Los ensayos clínicos generalmente han utilizado entre 225 y 1000 mg al día durante un máximo de tres meses sin mayores problemas. Sin embargo, no existe un límite superior establecido y, en algunos casos, las dosis altas (450 a 1350 mg) se han relacionado con daño hepático.
¿Quién debería evitar la Ashwagandha?
Ciertas poblaciones deberían evitar por completo los suplementos de ashwagandha sin consulta médica previa:
- Mujeres embarazadas: Ashwagandha puede provocar un aborto espontáneo.
- Pacientes con cáncer de próstata: El aumento de testosterona podría empeorar la enfermedad.
- Trastornos autoinmunes: Estimular el sistema inmunológico puede exacerbar afecciones como el lupus o la artritis reumatoide.
- Hipertiroidismo: La hierba puede empeorar los síntomas.
- Pacientes antes de la cirugía: Ashwagandha podría interferir con la anestesia o los niveles de azúcar en sangre; suspenda su uso al menos dos semanas antes de la cirugía.
Interacciones de medicamentos
Ashwagandha puede interactuar con varios medicamentos recetados:
- Sedantes y medicamentos ansiolíticos: Valium, Xanax
- Medicamentos para la tiroides: Synthroid, metimazol
- Medicamentos para la diabetes: Insulina, metformina
- Inmunosupresores: Azatioprina, tacrolimus
- Medicamentos para la presión arterial: Amlodipino, losartán
Manejo de los efectos secundarios
Si ocurren efectos secundarios leves:
- Problemas digestivos: Reducir la dosis y tomar con una comida rica en grasas.
- Somnolencia: Tomar por la noche o disminuir la dosis.
- Dolores de cabeza: Comience con una dosis más baja.
Evite combinar ashwagandha con alcohol, sedantes u otras sustancias que induzcan el sueño.
En conclusión, si bien la ashwagandha ofrece posibles beneficios para la salud, no es un remedio universal. Comprender los riesgos, seguir pautas de dosificación seguras y consultar a un profesional de la salud son fundamentales para un uso responsable. Para muchas personas, especialmente aquellas con problemas de salud preexistentes, evitar la ashwagandha por completo puede ser el curso de acción más seguro.
