Aceite de semilla negra: posibles efectos secundarios y riesgos

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El aceite de semilla negra ( Nigella sativa ), un remedio herbario popular, a menudo se promociona por sus posibles beneficios para la salud, incluido el apoyo al azúcar en la sangre, la presión arterial, el colesterol, la digestión, la salud de la piel y la función hepática. Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que este petróleo no está exento de riesgos. Si bien algunos estudios insinúan efectos positivos, la investigación sigue siendo limitada y varios efectos secundarios documentados, que van desde una irritación leve hasta un daño grave a los órganos, exigen atención.

Reacciones alérgicas y problemas de la piel

El efecto adverso más común del aceite de semilla negra es la irritación de la piel. La aplicación directa puede desencadenar dermatitis alérgica de contacto, que se manifiesta como erupciones cutáneas con picazón, ampollas e hinchazón. Un informe de caso reciente (2024) detalla una reacción grave en la que una persona desarrolló una descamación dolorosa de la piel después del uso tópico, lo que confirma una alergia al aceite. Esto resalta la importancia de probar los parches antes de su aplicación generalizada.

Malestar digestivo y efectos sistémicos

La ingestión de aceite de semilla negra puede causar malestar gastrointestinal importante, que incluye náuseas, vómitos, dolor de estómago, hinchazón y estreñimiento. Lo que es más preocupante, el aceite puede interactuar con los sistemas corporales de manera que induzcan complicaciones graves.

Complicaciones de presión arterial y azúcar en sangre

El aceite de semilla negra tiene efectos demostrables para reducir la presión arterial. Si bien esto podría ser beneficioso para la hipertensión, puede provocar una presión arterial peligrosamente baja (hipotensión) en algunas personas. De manera similar, puede inducir hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en sangre), una afección potencialmente mortal, especialmente en personas con diabetes o problemas hepáticos preexistentes. Un pequeño estudio realizado en 2013 sobre pacientes con hepatitis C reveló casos de hipoglucemia grave después del consumo de aceite de semilla negra.

Daño renal y hepático

Múltiples informes de casos (2013, 2015, 2024) demuestran el potencial del aceite de semilla negra para causar insuficiencia renal e insuficiencia hepática aguda. Un participante de 62 años en un estudio sobre hepatitis C desarrolló insuficiencia renal después de sólo seis días de uso. Otro caso (2024) involucró a una persona de 82 años que murió de insuficiencia hepática aguda nueve días después de la hospitalización, tras consumir aceite de semilla negra. Estos incidentes subrayan la gravedad de los riesgos, especialmente en las poblaciones vulnerables.

Interacciones de medicamentos

El aceite de semilla negra puede interferir con la forma en que el cuerpo metaboliza ciertos medicamentos. Afecta a las enzimas responsables de la descomposición de los medicamentos, lo que puede provocar interacciones peligrosas.

  • Anticoagulantes (p. ej., warfarina): el aceite de semilla negra puede amplificar los efectos de estos medicamentos, aumentando el riesgo de hemorragia.
  • Medicamentos para la presión arterial: El uso combinado puede provocar una presión arterial excesivamente baja.
  • Medicamentos para la diabetes: El efecto aditivo para reducir el azúcar en sangre puede provocar una hipoglucemia peligrosa.
  • Antidepresivos: El aumento de los niveles de serotonina puede provocar el síndrome serotoninérgico.

Conclusión

El aceite de semilla negra no es un suplemento inofensivo. Si bien las afirmaciones anecdóticas sugieren beneficios, los efectos secundarios documentados (incluidas reacciones alérgicas, problemas digestivos, daño a órganos e interacciones medicamentosas peligrosas) demuestran un perfil de riesgo significativo. Las personas que estén considerando el aceite de semilla negra deben consultar con un profesional de la salud antes de usarlo y ser conscientes de las posibles complicaciones.