Las fiestas son un momento de alegría, conexión y celebración. Sin embargo, para las personas que viven con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), esta temporada puede presentar desafíos únicos además de los factores estresantes habituales de las fiestas. Desde navegar por los menús de las fiestas y la logística de viajes hasta gestionar posibles brotes, es fácil sentirse abrumado. ¡Pero no te desesperes! Con algunas estrategias de cuidado personal y una planificación bien pensada, podrá disfrutar plenamente de las festividades mientras mantiene su EII bajo control.
1. Planificación preventiva: su arma secreta contra el estrés navideño
Tome el control de su experiencia gastronómica planificando con anticipación. Consulte los menús de los restaurantes en línea o conéctese con los anfitriones para ofrecerles un plato que sepa que puede tolerar en las comidas compartidas. Comer una comida nutritiva y saludable para el intestino antes de ir a un evento también puede ayudar a regular su sistema y minimizar la ansiedad sobre lo que se puede servir.
2. Autocuidado: más que una simple palabra de moda
Si bien la alegría navideña es abundante, recuerde que el cuidado personal no es opcional: es crucial para controlar la EII. Programe tiempos de inactividad para dormir, momentos tranquilos en casa, meditación, yoga o cualquier actividad que le ayude a desestresarse. Estos focos de calma le proporcionarán la energía que necesita para afrontar fiestas llenas de gente, retrasos en los viajes y otros factores estresantes de las fiestas sin que su instinto pase a un segundo plano.
**3. El kit “Por si acaso”: su arsenal de emergencia **
Ya sea que viaje al otro lado de la ciudad o a la casa de la abuela a kilómetros de distancia, lleve un kit de emergencia para EII con elementos esenciales como pañales para adultos, toallitas limpiadoras, jabón y una muda de ropa. Al llegar a su destino, familiarícese con la ubicación de los baños más cercanos para esos momentos inesperados. Considere confiar en un amigo o familiar de confianza que pueda ofrecerle apoyo si es necesario; ¡incluso puede ser su compañero de baño designado! Su médico también puede sugerirle que tenga a mano suplementos de fibra soluble, medicamentos antidiarreicos y medicamentos contra las náuseas para uso a corto plazo.
4. Límites: Establecer límites con gracia
Decir “no” a invitaciones u ofrecer alternativas no es egoísta; es autoconservación. Rechace las cenas si experimenta un brote o prevé posibles desencadenantes en un evento determinado. No le debe a nadie una explicación detallada de su estado de salud. Un simple “¡Muchas gracias por la invitación! Estoy priorizando mi bienestar en este momento, pero me encantaría conectarme la próxima semana” suele ser suficiente. Si se siente cómodo compartiendo más con amigos cercanos, podría ser útil explicarles que ciertos alimentos o entornos pueden provocar ataques de asma y sugerir formas alternativas de conectarse.
5. Más allá del banquete: ampliando su repertorio navideño
¡Las fiestas son algo más que comida! Sugiera actividades divertidas como patinar sobre hielo, decorar casas de jengibre, pasar una noche de cine o asistir a exhibiciones de luces navideñas para centrarse en las experiencias compartidas en lugar de solo en el festín. Incluso podrías unirte a reuniones después de las comidas para intercambiar regalos y jugar.
6. Alimentación consciente: saborear cada bocado (y escuchar a su cuerpo)
Evite comer en exceso reduciendo el ritmo, saboreando cada bocado y prestando atención a las señales de saciedad de su cuerpo.
Al incorporar estos consejos en la planificación de sus vacaciones, podrá afrontar la temporada con confianza y disfrutar de tiempo de calidad con sus seres queridos sin sacrificar su salud intestinal. Recuerde, cuidarse no sólo es un privilegio, sino también esencial para aprovechar plenamente todo lo que esta temporada festiva tiene para ofrecer.
