A menudo escuchamos que controlar el peso se reduce a comer menos. Si bien el control de calorías es importante, centrarse en la calidad de esas calorías puede tener un impacto aún mayor. Ingrese a los alimentos térmicos, una categoría especial que realmente estimula su metabolismo después de comerlos. No se trata de soluciones mágicas; se trata de tomar decisiones más inteligentes que respalden los procesos naturales de su cuerpo.
¿Qué hace que los alimentos sean térmicos?
Piense en el efecto térmico de los alimentos (TEF) como la “quema posterior” interna de su cuerpo. Cuando digieres, absorbes y procesas los nutrientes de lo que comes, tu metabolismo se acelera para manejar esta carga de trabajo. Este aumento de la quema de calorías representa el TEF, una consecuencia natural de nutrirse.
Curiosamente, diferentes alimentos requieren distintas cantidades de energía para la digestión. Las opciones ricas en proteínas y fibra tienden a tener un TEF más alto que los carbohidratos refinados o las golosinas azucaradas. Esto significa que ayudan a mantener el metabolismo funcionando incluso después de haber terminado de comer.
Diez alimentos que estimulan el metabolismo para incorporar hoy:
- Potenciales de fibra: Piense en cereales integrales, frutas como manzanas y bayas, verduras de hojas verdes, brócoli, batatas y legumbres. La fibra te mantiene lleno por más tiempo y requiere más energía para descomponerse.
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Campeones de proteínas magras: El pollo, el pavo, el pescado, la carne de cerdo magra, los huevos, el yogur sin azúcar y las proteínas de origen vegetal como las lentejas y el tofu contribuyen a una quema sostenida de energía. También ayudan a estabilizar el azúcar en la sangre, previniendo esos ataques de hambre que llevan a comer en exceso.
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Delicias de mariscos: El salmón, el atún, los camarones, las vieiras y el bacalao están llenos de proteínas y ofrecen nutrientes adicionales que apoyan la función tiroidea (esencial para la regulación del metabolismo).
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Dale sabor: Los chiles, la pimienta de cayena y la curcumina que se encuentran en la cúrcuma tienen un efecto térmico modesto. Si bien la quema de calorías solo con las especias no es drástica, ¡se acumula con el tiempo!
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Favoritos ricos en minerales: El hierro y el selenio son cruciales para la salud de la tiroides. Consuma carnes magras, aves, mariscos, nueces, arroz integral, huevos y lentejas para asegurarse de consumir lo suficiente.
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Esenciales de yodo: La glándula tiroides necesita yodo para funcionar correctamente. Opte por pescado, mariscos, leche, queso, yogur, huevos y pollo para satisfacer sus necesidades de yodo.
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Bondad del té verde: El té verde contiene catequinas como EGCG, que se han relacionado con la degradación de grasas. Combinarlo con cafeína puede crear un efecto sinérgico en el metabolismo, aunque se necesita más investigación en humanos.
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Coffee Kickstart: La cafeína eleva temporalmente el metabolismo. Sin embargo, no se exceda: en un estudio, cuatro tazas por día fue el umbral asociado con una ligera disminución de la grasa corporal.
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Héroe de la hidratación: El agua es esencial para todas las funciones corporales, incluido el metabolismo. Mantenerse hidratado favorece la quema óptima de calorías y el bienestar general.
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El poder del equilibrio: No se trata de obsesionarse con alimentos individuales sino de incorporar estas opciones térmicas a una dieta equilibrada rica en cereales integrales, frutas, verduras, fuentes de proteínas magras, grasas saludables y mucha agua.
Al tomar decisiones conscientes sobre lo que come y priorizar los alimentos térmicos, fortalece su metabolismo para que trabaje para usted y, en última instancia, contribuye a la salud y el bienestar general.
































